"La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar". Francis Scott Fitzgerald.

OPINIÓN

lunes, 18 de febrero de 2013

LA PISCINA CON OLAS


Columnista invitado:

Ricardo Andrés Bello Gómez
Graduado del colegio ITEY de Yopal,  Ingeniero Químico de la Universidad Nacional de Colombia y  Especialista en Economía de la Escuela Colombiana de Ingeniería.

"Trabajo como ingeniero, pero no pienso como uno, y siempre me he debatido entre el cariño por los números y la ciencia y la vocación por la cosa pública.”
@ricardoabello


Si se quisiera hacer un compendio de la historia de la Orinoquía colombiana de los últimos 30 años es ineludible dedicarle un extenso capítulo al impacto que ha tenido, a todo nivel, la explotación petrolera: desarrollos en infraestructura, fuertes movimientos migratorios, enfermedad holandesa, burbujas inmobiliarias, el renovado interés de los grupos armados ilegales (estos y aquellos) por el poder concentrado en las gobernaciones y alcaldías; en general, cómo la extracción en Caño Limón, Cusiana, Cupiagua y Rubiales (por mencionar los nombres más icónicos) le cambió la vida, para bien y/o para mal, a quienes habitan el Llano.

Luego habría que hacer una reflexión crítica para concluir que se habría podido hacer mucho más con la marejada de recursos provenientes de las regalías durante esos años; porque a pesar de tener grandes avances en la cobertura en educación, salud y saneamiento (sin olvidar que Yopal hoy no tiene agua potable, pero esa es otra historia) o de valorar el aporte de la Vía Marginal de la Selva (Troncal del Llano), no deja uno de pensar lo que Arauca, Casanare y Meta tendrían en vez de piscinas con olas, velódromos plagados de vegetación o fastuosas fiestas populares envidiadas por las grandes ciudades del país. Por supuesto que durante mi infancia en Arauca en los 90, fueron muchos los fines de semana disfrutando de la novedosa  piscina con olas; pero seguro no seré el único para quien este famoso balneario pasó a convertirse en uno de los íconos de la falta de eficiencia administrativa y buen gobierno en las zonas petroleras de la Orinoquía.

Por eso cuando la clase dirigente del Llano se rasga las vestiduras por el cambio en el manejo de las regalías, es necesario recordarles que gracias a ellos, le dimos al centralismo todos los argumentos y las oportunidades para demostrar nuestra incapacidad de manejar eficientemente nuestros recursos. Y con el nuevo esquema del Sistema General de Regalías, seguimos por el mismo camino, cuando se observa que en la sana competencia de 2012 por el 10% de los recursos dedicados a Ciencia, Tecnología e Innovación, Arauca y Casanare brillaron por su ausencia, al no presentar ni un solo proyecto propio y teniendo que plegarse a proyectos presentados por otros departamentos para acceder a algunos recursos (http://www.colciencias.gov.co/blog/regal-para-la-cienciatecnolog-e-innovaci-n).

La historia del desarrollo de nuestra región seguirá siendo la misma, seguirá siendo un camino andado a paso lento y lleno de escándalos, mientras quienes nos conducen como sociedad sigan siendo los mismos y mientras no surjan nuevos liderazgos con la preparación y la vocación necesaria para el servicio público; mientras sigamos eligiendo igual, deslumbrados por la estrategia de “pan y circo” o mejor, de fiestas populares y piscinas con olas.